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133el islam es el reino de dios sobre la tierra¡Qué contraste, pues, entre los musulmanes del Corán, los creyentes en la ley islámica, y los musulmanes de la Torá o de la Ley Mosaica! ¿Se ha visto y demostrado acaso que un pueblo musulmán abandonara su mezquita, su imam y el Corán y se convirtiera a otra religión y aceptara que Allah no fuera su Dios? ¡Jamás! Es muy improbable que una comunidad musulmana, seguidora de Muhammad, mientras disponga del libro de Allah (el Corán), de una mezquita y de un imam, pueda recaer en la idolatría o, incluso, abrazar el cristianismo. Estoy al corriente de que algunas familias tártaras abrazaron la fe ortodoxa cristiana en Rusia. Pero puedo asegurar a mis lectores, con una autoridad auténtica, que estos tártaros fueron aquellos mongoles que, mucho después de la sumisión de Rusia y el establecimiento del Imperio de la horda de oro (Altin Urda) por Batú Kan, o bien eran todavía paganos o bien nuevos conversos al islam y posiblemente fueron forzados o inducidos a adherirse a la Iglesia rusa. En este sentido, no se debe olvidar que esto ocurrió después de que el poder musulmán de la horda de oro flaqueara ante la tremenda invasión de Tamerlán. Por el contrario, los comerciantes y mercaderes musulmanes, tanto en China como en el África negra, han propagado siempre su religión y los millones de musulmanes chinos y negros son el fruto de estos misioneros no oficiales y no remunerados. De lo que antecede resulta evidente que, antes de Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz), la verdadera religión de Dios se hallaba solamente en sus comienzos y que permaneció inmadura y sin desarrollarse entre los judíos, aunque resplandeció con brillantez en vida de los verdaderos siervos de Jehová (Dios). Bajo la dirección de temerosos jueces y piadosos reyes de Israel, el gobierno fue siempre teocrático y, mientras los oráculos de los profetas fueron bien recibidos y sus mandamientos debidamente cumplidos, tanto la religión como la nación prosperaron. Pero la verdadera religión de Dios nunca tomó la forma del Reino de Dios como sí lo hizo bajo la ley del Corán. Allah decretó, en Su in-