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                                    136el profeta muhammad en la bibliaengañando a los pobres cristianos haciéndoles creer que mediante «Reino de Dios» Jesús aludía solamente a su Iglesia y que él es el «Hijo del Hombre».Estos importantes puntos serán abordados exhaustivamente más tarde si Allah quiere. Pero, por el momento, me contento con señalar que lo que Jesús anunció era el islam como Reino de Dios y a Muhammad, que fue el encargado de destruir a la bestia y establecer el poderoso Reino del pueblo de los santos del Altísimo, como Hijo del Hombre. La religión de Dios, hasta los tiempos de Jesús, fue confiada principalmente al pueblo de Israel y era más material y tenía un carácter nacional. Sus eruditos, sacerdotes y escribas la habían desfigurado con una literatura de las tradiciones de sus antepasados magnificada y supersticiosa. Jesús condenó esas tradiciones, denunciando a los judíos y a sus líderes como «hipócritas» e «hijos del demonio». Aunque el demonio de la idolatría había abandonado Israel, no obstante, más tarde, siete demonios se apoderaron de ese pueblo (Mateo 12:43-45; Lucas 11: 24-26). Jesús reformó la antigua religión, dándole una nueva vida y un nuevo espíritu; explicó más claramente la inmortalidad del alma humana, la resurrección y la vida postrera; y anunció públicamente que el mesías al que los judíos esperaban no era judío ni hijo de David, sino un hijo de Ismael cuyo nombre era Ahmad, que debía establecer el Reino de Dios sobre la tierra con la fuerza de Su Palabra y la espada. Consecuentemente, la religión del islam recibió una vida, una luz y un espíritu nuevos, y sus miembros fueron exhortados a ser humildes, indulgentes y pacientes. Fueron informados de antemano de las persecuciones, las tribulaciones, los martirios y los encarcelamientos. Los primeros nasara, como llama el Corán a los creyentes en el Evangelio de Jesús, sufrieron diez horribles persecuciones bajo los emperadores romanos. Luego, vino Constantino el Grande y proclamó la libertad para la Iglesia; no obstante, tras la consagración del credo trinitario en el Concilio de Nicea en el año 325, los 
                                
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