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39«y vendrá el ahmad de todas las naciones»Society habría seguido su ejemplo en sus traducciones hacia los idiomas de los pueblos musulmanes. 3. El templo de Zorobabel tenía que haber sido más glorioso que el de Salomón (que la paz sea con él) porque, como profetizó Malaquías, el gran Profeta o Mensajero de la Alianza, el Adón o Sayid de los mensajeros, iba a visitarlo repentinamente, como de hecho hizo Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz) en su milagroso viaje nocturno tal y como recoge el Corán16. El templo de Zorobabel fue reparado o reedificado por Herodes I el Grande. Y, de hecho, Jesús (que la paz sea con él) lo honraba con su santa persona y presencia en cada una de sus frecuentes visitas. Ciertamente, la presencia de cada profeta en la casa de Dios confería más dignidad y santidad al santuario. Sin embargo, habría que admitir, al menos, que los Evangelios, que registran las visitas y enseñanzas de Jesús en el templo, no mencionan ninguna conversión entre sus oyentes y es que ¡siempre acababa en amargas disputas con los sacerdotes y los fariseos incrédulos! Hay que concluir, asimismo, que según afirman los Evangelios, Jesús (que la paz sea con él) no solo no trajo «la paz» al mundo, como él mismo declaró (Mateo 24; Marcos 13; Lucas 21), sino que, incluso, predijo la total destrucción del templo (Mateo 10:34, etc.), llevada a cabo por los romanos unos cuarenta años más tarde, cuando se produjo la dispersión definitiva de los judíos. 4. Ahmad, otra forma del nombre Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz), que tiene la misma raíz y el mismo significado, es decir, «el más alabado», visitó durante su viaje nocturno el lugar sagrado de las ruinas del templo, como figura en el Corán. Y, según la sa16 «¡Gloria a Quien hizo viajar a Su siervo de noche, desde la Mezquita Sagrada a la Mezquita Lejana, cuyos alrededores hemos bendecido, para mostrarle parte de Nuestros signos! Él es Quien todo lo oye, todo lo ve» (Corán 17:1). [Nota de los editores]..