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                                    85capítulo viEl Profeta Muhammad es ‘el Hijo del Hombre’En el capítulo anterior, examinamos y comentamos la maravillosa visión del profeta Daniel (Daniel 7). Vimos cómo las cuatro bestias que representaban a los cuatro reinos que se sucedían uno tras otro eran las fuerzas de las tinieblas y cómo persiguieron a los judíos y a la primera Iglesia de Jesús (que la paz sea con él), que estaba compuesta de verdaderos creyentes en un Único Dios. También señalamos que esas fuerzas eran paganas y descritas alegóricamente como brutales y feroces. Vimos, asimismo, que el «undécimo cuerno», que tenía ojos y boca, profería blasfemias contra el Altísimo, combatía y derrotaba a Sus santos y cambiaba los tiempos y la Ley de Dios, no podía ser sino Constantino el Grande, que en el año 325 promulgó su edicto imperial proclamando el credo y las decisiones del Concilio de Nicea.En este capítulo, seguiremos nuestra investigación pacientemente acerca del glorioso Bar Nasha o Hijo del Hombre, que fue presentado sobre las nubes ante el Altísimo, y a quien se le dio la sultana (es decir, ‘el poder’), el honor y el dominio para siempre y le fue encomendada la destrucción y el aniquilamiento del terrible cuerno. Ahora, vamos a proceder a establecer la identidad de este Bar Nasha.
                                
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