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79el profeta muhammad y el emperador constantinolas Antigüedades de los judíos de Flavio Josefo— ha explotado como otro caso de falsedad. La enemistad de las bestias hacia los creyentes en Dios era brutal y salvaje, pero la del cuerno racional era diabólica y maligna. Esta enemistad era la más nociva y perjudicial para la religión porque estaba dirigida a pervertir la verdad y la fe. Todos los ataques anteriores de los cuatro imperios eran paganos; persiguieron y oprimieron a los creyentes pero no podían pervertir la verdad y la fe. Fue Constantino quien se plegó a Jesús (que la paz sea con él) bajo la forma de un creyente y con piel de cordero pero, en el fondo, no era en absoluto un verdadero creyente. Lo venenosa y perniciosa que fue esta enemistad puede verse en lo siguiente: c) El cuerno emperador dice «grandes palabras» (rorbhan en la lengua caldea) contra el Altísimo. Proferir blasfemias acerca de Dios, asociarle otras criaturas, atribuirle nombres y atributos de locura, como «el engendrante» o «el engendrador», «nacimiento» y «procesión» (de la segunda a la tercera persona), «unidad en la trinidad» y «encarnación» es negar Su Unicidad. Desde el día en que Dios se reveló a Abraham (que la paz sea con él) en Ur hasta que el credo y los actos del Concilio de Nicea fueron proclamados y entraron en vigor mediante un edicto imperial de Constantino —en el año 325, entre el horror y las protestas de tres cuartas partes de los verdaderos creyentes—, la Unicidad de Dios nunca fue tan oficial y abiertamente profanada por quienes pretendían ser Su pueblo como con Constantino y su pandilla de eclesiásticos incrédulos. En el primer capítulo de esta parte, he mostrado el error de las iglesias en lo concerniente a Dios y Sus atributos. No veo la necesidad de abordar de nuevo este desagradable tema, pues me causa gran dolor y tristeza ver a un santo profeta y a un espíritu santo, ambos nobles criaturas de Dios, asociados a Él por aquellos que supuestamente saben más y mejor.