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45la cuestión del derecho de primogenitura y la alianzalos de Ismael (que la paz sea con ambos). Este es un cumplimiento real y literal de una de las condiciones contenidas en la Alianza. El tercer punto es que Isaac (que la paz sea con él) nació también milagrosamente y especialmente bendecido por el Todopoderoso y que la tierra de Canaán fue prometida para su pueblo y fue ocupada de hecho por Josué. A ningún musulmán se le ocurre desacreditar la posición sagrada y profética de Isaac y su hijo Jacob (que la paz sea con ambos), puesto que desacreditar o rebajar la posición de un profeta es una impiedad. Cuando comparamos a Ismael y a Isaac (que la paz sea con ellos) no podemos sino venerarles y respetarles como santos siervos de Allah. De hecho, el pueblo de Israel, con su ley y sus escrituras sagradas, tuvo una historia religiosa única en el Mundo Antiguo. Fue, ciertamente, el pueblo elegido de Dios. Aunque este pueblo se rebelaba a menudo contra Él y caía en la idolatría, no obstante ha dado al mundo miríadas de profetas, así como hombres y mujeres piadosos. Hasta aquí no podría haber ningún punto de controversia real entre los descendientes de Ismael (que la paz sea con él) y el pueblo de Israel. Pues, si por «bendición» y «derecho de primogenitura» se entienden algunas posesiones materiales y poder, la disputa se habría zanjado con el dominio de los musulmanes de la Tierra Prometida. Hay un punto fundamental de disputa entre las dos naciones desde hace unos cuatro mil años, y este punto es la cuestión del Mesías y Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz). Los judíos no ven el cumplimiento de las llamadas profecías mesiánicas ni en la persona de Jesús (que la paz sea con él) ni en la de Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz). Los judíos siempre se han mostrado celosos hacia Ismael (que la paz sea con él) porque saben muy bien que en él se realizó la Alianza, que se concluyó y selló con su circuncisión. Precisamente debido a este rencor, sus escribas y doctores de la ley corrompieron e interpolaron muchos pasajes de sus escrituras. Borrar el nombre de «Ismael» de los versículos segundo, sexto y séptimo