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                                    47la cuestión del derecho de primogenitura y la alianzade un árbol alrededor de un siglo antes de Cristo por sus pretensiones mesiánicas. De hecho, las Epístolas de San Pablo, como vemos, están repletas de doctrinas completamente repugnantes al espíritu del Antiguo Testamento, así como al humilde profeta de Nazaret. San Pablo era un fariseo fanático y un versado en leyes. Tras su conversión al cristianismo, se volvió más fanático que nunca. Su odio a Ismael (que la paz sea con él) y su reclamo del derecho de primogenitura le hicieron olvidar o ignorar la Ley de Moisés (que la paz sea con él), que prohibía el matrimonio de un hombre con su propia hermana bajo la pena capital. Si San Pablo hubiera estado inspirado por Dios, habría denunciado el libro del Génesis por estar repleto de falsificaciones cuando dice dos veces que Abraham (que la paz sea con él) era marido de su propia hermana (Génesis 12:10-20; 20:2-18); de lo contrario, habría expuesto al profeta a ser tildado de mentiroso. Pero él cree en las palabras del libro y no tiene el más mínimo remordimiento de conciencia cuando identifica a Hagar con el estéril desierto del Sinaí, y califica a Sara como la Jerusalén del cielo (Gálatas 4:25-26). ¿Acaso no se ha leído nunca San Pablo este anatema de la Ley?: «Maldito el que se acueste con su hermana, hija de su padre o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén» (Deuteronomio 27:22). ¿Hay acaso una ley humana o divina que considere más legítimo a quien es hijo de su tía y tío que a aquel cuyo padre es caldeo y su madre egipcia? ¿Tiene algo que decir contra la castidad y piedad de Hagar? Por supuesto que no, pues fue esposa de un profeta y madre de un profeta y ella misma fue favorecida con revelaciones divinas21. El Dios que hizo la Alianza con Ismael (que la paz sea con él) prescribe así la ley de la herencia, a saber: «Si un hombre tiene dos esposas, una amada y la otra menospreciada, y si tanto la amada como la menospre21 Tipos de revelación en el Corán: por inspiración, por detrás de un velo, mediante el envío de un mensajero. [Nota de los editores]..
                                
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