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167juan el bautista anuncia a un poderoso profetaque Abraham, Moisés, David y el propio Jesús? ¿Y en qué consistía su superioridad y grandeza? Si este testimonio de Jesús sobre el hijo de Zacarías es auténtico y cierto, entonces la grandeza de «quien comía langostas en el desierto» puede consistir solamente en su absoluta abnegación, renuncia y repudio de los placeres y lujos mundanales, en su deseo ardiente por invitar al pueblo a la penitencia y en sus buenas nuevas acerca «de ese profeta». ¿O acaso su grandeza consistió —como desearían las iglesias— en ser primo, contemporáneo y testigo de Jesús? El valor y la grandeza de un hombre, así como de un profeta, pueden determinarse y valorarse por su obra. Nosotros desconocemos totalmente el número de personas convertidas por medio de los sermones y purificadas por el bautismo de Juan, tampoco estamos informados respecto del efecto de dicha conversión sobre la actitud de los judíos penitentes hacia el «cordero de Dios». Se relata que Jesús dijo que Juan el Bautista era la reencarnación del profeta Elías (Mateo 11:14, 27; Lucas 1:17), mientras que Juan le dijo claramente a la delegación judía que él no era Elías, ni Cristo, ni ese profeta (Juan 1). ¿Puede alguien entonces formarse una lógica conclusión de estos evangelios llenos de enunciados opuestos y contradictorios? ¿Puede alguien intentar hallar la verdad? El cargo es sumamente grave y serio porque las personas en cuestión no son mortales ordinarios como nosotros, sino dos profetas que fueron creados en el seno por el espíritu y nacieron milagrosamente: uno no tenía padre, mientras que la otra pareja era estéril, impotente y nonagenaria. La gravedad del cargo es incluso más seria cuando consideramos la naturaleza de los documentos en los que están escritas estas declaraciones contradictorias. Los narradores son los evangelistas, personas que supuestamente estaban inspiradas por el Espíritu Santo, siendo lo inspirado considerado revelación. Incluso hay alguna mentira, declaración falsa o falsificaciones en muchos pasajes. Se dice