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170el profeta muhammad en la bibliaAunque el lenguaje de los evangelistas ha sido distorsionado por interpoladores en el sentido indicado, no obstante, el fraude o error no puede escapar para siempre al ojo atento de un investigador crítico e imparcial. Jesús (que la paz sea con él) no puede ser el objeto del testimonio de Juan porque:1) La misma preposición «tras» excluye claramente a Jesús de ser el profeta anunciado. Ambos (Jesús y Juan) eran contemporáneos y nacieron el mismo año. «El que viene tras de mí», afirma Juan, «es más poderoso que yo» (Mateo 3:11): este «tras» indica un futuro indefinido y, en el lenguaje profético, expresa uno o más ciclos de tiempo. Es bien sabido por los sufíes y por aquellos que llevan una vida espiritual y contemplativa que en cada ciclo, equivalente a cinco o seis siglos, aparece un gran luminar rodeado por varios satélites que aparecen en diferentes partes del mundo, dando lugar a grandes movimientos religiosos y sociales que duran unas cuantas generaciones, hasta que otro profeta luciente, acompañado por muchos discípulos y compañeros, aparece con reformas prodigiosas y luces. La historia de la verdadera religión, desde Abraham hasta Muhammad, está decorada con tales sucesos que marcaron época bajo los profetas Abraham, Moisés, David, Zorobabel, Jesús y Muhammad. Cada una de estas épocas está marcada por unos rasgos específicos. Cada una hace un avance y luego empieza a marchitarse y a decaer hasta que aparece otro luminar en escena, y así sucesivamente hasta el advenimiento de Juan, Jesús y sus apóstoles. Juan halló a su nación arrastrándose bajo el yugo de hierro de Roma, con su perverso Herodes y sus legiones paganas. Fue testigo del extravío del ignorante pueblo judío por un corrupto y arrogante clero, así como de la corrupción y sustitución de las escrituras por una literatura supersticiosa ancestral. Encontró que el pueblo había perdido toda esperanza de salvación, excepto que Abraham, al que tenían por padre, les salvara. Les dijo que Abraham (que la paz sea con él) no les quería como hijos porque