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                                    188el profeta muhammad en la bibliación, según está registrada en el tercer capítulo del primer Evangelio. La continuación del bautismo cristiano y su elevación a la dignidad de sacramento es una prueba clara de que la Iglesia no cree en otro bautismo que no sea el realizado con agua. La lógica, el sentido común y el respeto por cualquier escritura sagrada deberían convencer a todo lector imparcial de que ambos bautismos son muy diferentes. El profeta del desierto no reconoce el bautismo con fuego en el bautismo con agua. La naturaleza y eficacia de cada bautismo está formulada y definida de manera distinta. Uno es realizado por inmersión o lavando el cuerpo con agua como signo de arrepentimiento; mientras que el otro ya no se realiza por medio del agua, sino por medio del Espíritu Santo y el fuego, cuyo efecto es un cambio profundo del corazón, de la fe y de los sentimientos. Uno purifica el cuerpo, mientras que el otro ilumina la mente, confirma la fe y regenera el corazón. Uno es externo, es el judaísmo; y el otro es interno, es el islam. El bautismo de Juan y Jesús lava la cáscara, mientras que el del Mensajero de Allah lava el corazón. En síntesis, el bautismo judeo-cristiano es sustituido por el ghusl y el wudu —o abluciones— islámicos que se realizan, no por un profeta o sacerdote, sino por el propio creyente de forma individual. El bautismo judeo-cristiano era necesario y obligatorio hasta que fue prometido el bautismo de Allah —sibghat Allah— en el Corán. Y cuando Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz) expuso las revelaciones divinas del Corán, entonces, el bautismo anterior se desvaneció como una sombra. La extrema importancia de los dos bautismos merece una consideración muy seria. Creo que las observaciones hechas en este capítulo son de sumo interés para los musulmanes y para otros lectores, puesto que la cuestión abordada, desde una perspectiva religiosa, es vital para la salvación. Francamente, creo que la perpetuación del bautismo con agua ad infinitum de los cristianos no está justificada, ya que sus propios evangelios anuncian que será abrogado por otro que descartaría totalmente el 
                                
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