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191el bautismo de juan y de jesús, marca religiosa del sibghat allahpor los judíos, los sabeos y los cristianos. El bautismo judío, que no tenía ningún origen en sus libros sagrados, fue inventado principalmente para los prosélitos. Cada religión tenía su fórmula de bautismo definida y un ritual especial. Los cohen o sacerdotes judíos bautizaban a sus conversos en el nombre de Dios; los sabeos, en el nombre de Dios y de Juan; pero los qushlsha (en árabe, qissis o presbítero) bautizaban en nombre del padre, el hijo y el espíritu santo, donde no se mencionan directamente los nombre de Dios y de Jesús. La diversidad y el antagonismo de los tres sistemas bautismales son manifiestos. Los judíos, como auténticos unitarios, no podían tolerar que el nombre de Juan se asociara al de Elohim (Dios), puesto que la fórmula cristiana era extremadamente repugnante para su gusto religioso. No hay duda de que el bautismo cristiano, con su carácter sacramental y tinte politeísta, era aborrecido también por los sabeos. El símbolo de la Alianza entre Dios y Su pueblo no era el bautismo, sino la circuncisión (cf. Génesis 17), una antigua institución observada no solo por las tres religiones, sino también por varias tribus árabes paganas. Estas diversas formas y rituales bautismales entre los pueblos semíticos de Oriente no eran una institución divina esencial, sino solamente un símbolo o signo y, por ende, carecían de la fuerza y eficacia necesarias para suplantar la una a la otra. Todos emplearon el agua como material para el bautismo de una forma más o menos similar. Cada religión adoptó un nombre diferente para distinguir su propia práctica de las dos restantes. El arameo sab’utha —traducido correcta y ciertamente como baptismos en griego— fue fidedignamente preservado por los sabeos. Parece que los cristianos semíticos, a fin de distinguir su bautismo sacramental del de los sabeos, adoptaron el apelativo de ma’muditha, que desde una perspectiva lingüística no tiene nada que ver con el bautismo, ni siquiera con un lavado o inmersión. Es solamente una acuñación eclesiástica. El porqué de la invención de ma’muditha para reemplazar a sab’utha es una cuestión que queda fuera del alcance del presente tema,