Page 232 - Demo
P. 232


                                    231periqlytos significa «ahmad»Espíritu de Dios, que no fue crucificado y muerto, y que era un ser humano, pero también un estimado y santo mensajero de Allah. Esto era a lo que se refería Jesús cuando hablaba de la justicia acerca de su persona, misión y ascenso al cielo, y esto fue realmente lo que llevó a cabo el Mensajero de Allah. d) La marca más importante del Periqlyte es que iba a reprender al mundo por el Juicio «por cuanto el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado» (Juan 16:11). El rey o príncipe de este mundo era Satanás (Juan 12:31; 14:30), ya que el mundo estaba sujeto a él. He de llamar la atención de mis lectores sobre el séptimo capítulo del libro de Daniel escrito en arameo o en dialecto babilonio. Allí se ilustra como los «tronos» (kursawan) y el «Juicio» (dina) fueron expuestos y los «libros» (siphrin), abiertos. En árabe, también, la palabra dinu, como el arameo dina, significa ‘juicio’, pero se emplea, generalmente, con el sentido de ‘religión’. Que el Corán haga uso del dina de Daniel como una expresión de juicio y religión es más que significativo. En mi humilde opinión, ello constituye un signo y una evidencia de la verdad revelada por el mismo Espíritu Santo (o Gabriel) a Daniel, a Jesús y a Muhammad. Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz) no hubiera podido falsear o fabricar esto aunque hubiera sido un filósofo tan erudito como Aristóteles. El juicio descrito con toda su majestuosidad y gloria fue establecido para juzgar a Satanás en la forma de la temible cuarta bestia, por el Juez Supremo, el Eterno. Fue entonces cuando alguien apareció como Hijo del Hombre (Kbar Inish o Bar Nasha) y fue presentado al Todopoderoso e investido con poder, honor y reino eterno para destruir la bestia y establecer el Reino del pueblo de los santos del Altísimo. Jesús (que la paz sea con él) no fue el elegido para destruir a la bestia. Él evitó las cuestiones políticas, pagó tributo a Tiberio César y rehusó cuando quisieron coronarle como rey. Jesús afirma claramente que el jefe de este mundo vendrá, porque el Periqlyte iba a extirpar el abominable 
                                
   226   227   228   229   230   231   232   233   234   235   236