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59el misterio de mizpahasta la aparición del profeta elegido de Allah, Muhammad Al-Mustafa, en hebreo Mustaphi. La Biblia menciona —como he apuntado más arriba— a numerosos profetas ligados a los mizpas, pero hemos de entender bien que, como claramente declara el Corán (6:124), «Dios sabe bien a quién confiar Su mensaje»26, es decir, que no agracia con el don de la profecía a alguien por su nobleza, riqueza o incluso piedad, sino a quien a Él le place. La fe y las obras piadosas, como las meditaciones, los ejercicios espirituales, las plegarias, el ayuno y el conocimiento divino, pueden ascender a un principiante al rango de guía espiritual o santo pero nunca al estatus de profeta, puesto que la profecía no se logra con el esfuerzo, sino que es un don de Dios. Incluso entre los profetas, muy pocos fueron mensajeros favorecidos con un libro especial y tuvieron encomendada la dirección de cierto pueblo o una misión en particular. Por consiguiente, el término «profeta», tal y como se emplea en las escrituras hebreas, es a menudo ambiguo. En este sentido, he de señalar, asimismo, que probablemente el material de la Biblia fue en su mayoría obra o producción de esos mizpas antes del cautiverio babilonio o incluso mucho antes, pero más tarde fue revisado por manos desconocidas hasta que adquirió la forma en que lo conocemos hoy en día. Quedan por decir unas pocas palabras acerca del sufismo musulmán y de la palabra griega sofia (‘sabiduría’), aunque una discusión de alto conocimiento sobre estos dos sistemas queda fuera del alcance del presente capítulo. La filosofía, en el sentido amplio del término, es el estudio o ciencia de los primeros principios de la existencia; dicho de otro modo, trasciende los límites de la física para estudiar al ser puro, dejando atrás 26 «Cuando les viene un signo dicen: “No creeremos hasta que se nos conceda lo mismo que le ha sido concedido a los mensajeros de Dios.” Pero Dios sabe bien a quién confiar Su mensaje. La humillación ante Dios y un castigo severo alcanzarán a los pecadores por haber intrigado» (Corán 6:124). [Nota de los editores]..