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102el profeta muhammad en la bibliadotes y monjes al dar interpretaciones y sentidos absurdos a las profecías contenidas allí. Ahora examinaré la profecía de David: «Jehová [Yahweh] dijo a mi señor [Adón]: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies» (Salmos 110:1). Este versículo de David se cita en Mateo (22:44), Marcos (12:36) y Lucas (20:42). En todos los idiomas, los dos nombres contenidos en el primer dístico se traducen como «El Señor dijo a mi Señor». Por supuesto, el primer «Señor» es Dios y el segundo «Señor» también es Dios. En efecto, para un sacerdote o pastor no hay argumento más conveniente que este, a saber, quien habla es Dios y a quien se habla también es Dios. Por lo tanto, David (que la paz sea con él) conoce a dos dioses. ¡Nada más lógico que este razonamiento! ¿Cuál de estos dos Domini es el «Señor» de David? Si David hubiese escrito Dixit Dominus Domino meo, habría hecho el ridículo, porque entonces se hubiese considerado esclavo o siervo de dos Señores, sin siquiera mencionar sus nombres propios. Esta consideración iría más allá de la existencia de dos Señores. Significaría que el segundo Señor de David buscó refugio en su primer Señor, quien le mandó sentarse a su diestra hasta que pusiera a sus enemigos por estrado de sus pies. Este razonamiento nos lleva a admitir que, para entender bien nuestra religión, debemos conocer la Biblia o el Corán en el idioma original en el que fueron escritos y no depender de traducciones. Intencionadamente, he escrito las palabras originales hebreas Yahweh y Adón a fin de evitar cualquier ambigüedad o malentendido en el sentido que expresan. Estos nombres sagrados que figuran en las Escrituras deberían dejarse tal cual, a menos que se pueda encontrar un equivalente totalmente fiel para ellos en el idioma hacia el cual se desee traducirlos. El tetragrama YHWH se pronunciaba Yahweh pero ahora, generalmente, se pronuncia Yahwah. Es un nombre propio de Dios Todopoderoso y es