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                                    103el rey david le llama «mi señor»tan sagrado para los judíos que, cuando leen sus escrituras, nunca lo pronuncian, sino que leen Adón en su lugar. El otro nombre, Elohim, se pronuncia siempre, pero Yahwah nunca. El motivo por el que los judíos hacen esta distinción entre estos dos nombres del mismo Dios es una cuestión fuera del alcance del presente tema. Sin embargo, puede mencionarse de paso que Yahwah, a diferencia de Elohim, no se emplea nunca con sufijos pronominales y parece ser un nombre especial en hebreo para la divinidad como Dios nacional del pueblo de Israel. De hecho, Elohim es el nombre más antiguo conocido por todos los semitas. Y con el objeto de dar un carácter especial a la concepción del verdadero Dios, este tetragrama se aplica, conjuntamente con Elohim, a El. La forma árabe Al-Rabb Allah corresponde a la hebrea Yahwah Elohim. La otra palabra, adón, significa ‘comandante’, ‘señor’, ‘maestro’, lo mismo que los nombres árabes y turcos Amir, Sayid y Aga. Adón se considera un término opuesto a «soldado», «esclavo» y «propiedad». Por consiguiente, la primera parte del dístico debe expresarse como «Dios dijo a mi Señor». David (que la paz sea con él), en su calidad de monarca, era el señor y el comandante de cada uno de los israelitas y el amo del reino. ¿De quién era entonces «siervo»? De hecho, David, siendo un poderoso soberano, no podía ser un esclavo o siervo de ningún ser humano, sea cual fuere. Y tampoco es posible imaginar a David llamando «mi señor» a ningún profeta o santo muerto, como Abraham o Jacob, para los cuales el término razonable era «padre». De igual modo, se entiende perfectamente que David (que la paz sea con él) no emplease la denominación «mi señor» para ninguno de sus descendientes, para los cuales es más común el término «hijo». No queda, aparte de Dios, ningún otro ser concebible que pudiera ser el señor de David, salvo el más noble y sublime hombre de la raza humana. Es bastante lógico pensar que, a juicio y elección de Dios, debe haber un hombre que es el más noble, el más loado y el más deseado 
                                
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