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105el rey david le llama «mi señor»puesta a la pregunta: ¿Quién era el «señor» de David? Pero el Evangelio de Bernabé sí lo hace. Este evangelio ha sido rechazado por la Iglesia porque su lenguaje está más acorde con las escrituras reveladas y porque es muy expresivo y explícito acerca de la naturaleza de la misión de Jesús (que la paz sea con él), pero sobre todo porque recoge sus palabras exactas sobre el Profeta Muhammad. Un ejemplar de este evangelio puede conseguirse fácilmente. Allí puede encontrarse la respuesta del propio Jesús, quien dijo que la Alianza entre Dios y Abraham fue hecha respecto a Ismael y que «el más glorioso y alabado» de los hombres es un descendiente de Ismael y no de Isaac a través de David. En él se relata repetidamente que Jesús (que la paz sea con él) habló de Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz), cuyo espíritu o alma había visto en el cielo. Tendré ocasión, si Dios quiere, de escribir sobre este evangelio más adelante.No hay duda de que el ojo profético de Daniel que vio, en una maravillosa visión, al Bar Nasha, que era Muhammad, era el mismo ojo profético de David. Fue este, el más glorioso y alabado de los hombres, quien fue visto por el profeta Job (19:25) como un «salvador» frente a las fuerzas del demonio. ¿Fue entonces Muhammad a quien David llama «mi señor» o «mi adón»? Veámoslo. Los argumentos a favor de Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz), quien ostenta el título de Sayid al-mursalin o Adón de los profetas, son decisivos. Son tan evidentes y explícitos en las palabras del Antiguo Testamento que uno se queda asombrado ante la ignorancia y obstinación de quienes se niegan a entender y a obedecer. 1. El gran Profeta y Adón, a ojos de Dios y del ser humano, no es un gran conquistador y destructor de la humanidad, ni un santo recluso que se pasa la vida en una cueva o celda meditando sobre Dios para salvarse a sí mismo, sino alguien que presta más beneficios y servicios a la humanidad, mostrándole la luz del conocimiento del Dios Único Verdadero y