Page 204 - Demo
P. 204
203el sibghat allah o bautismo con fuego y con el espíritu santodesconocidos para el apóstol Pedro y la bendita Virgen María! Que toda fe o religión dependa de las deliberaciones y decisiones de los sínodos generales —santos o heréticos— es algo artificial y humano. El islam consiste en creer en un Dios Uno (Allah) y en resignarse absolutamente a Su voluntad. Y esta fe es profesada por los ángeles en el cielo y por los musulmanes en la tierra. Es la religión de la santificación y la iluminación y un impenetrable baluarte contra la idolatría. Desarrollemos estos puntos un poco más.El bautismo espiritual es obra directa de Dios mismo. Igual que un lavandero lava el lienzo o cualquier otro objeto; igual que un tintorero tiñe la lana o el algodón con colorantes para darles un nuevo matiz; igual que un bautista borra los pecados pasados del verdadero creyente penitente, Dios Todopoderoso también bautiza, no el cuerpo, sino el alma y el espíritu de quien Él, con Su Misericordia, dirige y guía a la santa religión del islam. Este es el Sibghat Allah, el bautismo de Allah, que capacita y dignifica a una persona para convertirse en ciudadano del Reino de Allah y en miembro de Su religión. Cuando el ángel Gabriel comunicó por primera vez la Palabra de Allah a Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz), él mismo fue investido con el don de la profecía. Su espíritu fue purificado y magnificado con el Espíritu Santo en tal grado y extensión que, en dos ocasiones, el ángel Gabriel le abrió el pecho, sacó su corazón y lo lavó, eliminando así cualquier posibilidad de ser tentado por los susurros de Satanás. Esto sucedió una vez cuando era niño y estaba jugando en el desierto y otra vez en la Kaaba, justo antes de su ascensión a los cielos. Cuando él, por su parte, pronunció esa Palabra ante aquellos cuyos espíritus le complació a Allah guiar, ellos también fueron purificados, bautizados; convirtiéndose así en santos oficiales del nuevo ejército de los creyentes musulmanes. Este bautismo espiritual no convierte a los musulmanes en profetas, santos sin pecados o traficantes de milagros. Porque tras la revelación de la Voluntad y la Palabra de Allah en el Sagra-