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197el bautismo de juan y de jesús, marca religiosa del sibghat allahmultáneos. En las dos últimas veintenas de los dos últimos siglos supimos de «guerras y conmociones». «Naciones se levantaron contra naciones y reinos contra reinos». Se produjeron «grandes terremotos» en diversos lugares, así como hambrunas y peste, pero ni el sol se oscureció ni la luna dejó de emitir su luz, sucesos que tenían que ocurrir «antes de la llegada del Hijo del Hombre». Estas palabras pueden ser entendidas en sentido metafórico, pero de ser este el caso, ¿por qué los adventistas esperan la segunda llegada en su sentido literal? Asimismo, la mayoría de los fenómenos anteriormente mencionados tuvieron lugar en unos tiempos en los que quienes predicaban y enseñaban en nombre de Jesús no iban a ser llevados, por razones políticas, ante reyes y gobernantes para ser castigados. Por el contrario, obtuvieron libre acceso a las tierras que les estuvieron vetadas durante mucho tiempo. Todo ello termina por demostrar que la predicción es o bien folclore o bien un relato legendario de las cosas que Jesús comentó en diferentes ocasiones. En cualquier caso, o bien tuvo una vaga noción de eventos venideros o bien los registradores de su vida, que compusieron sus obras dos siglos más tarde, mezclaron desesperadamente cosas distintas que tenían que ver con diferentes cuestiones.