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208el profeta muhammad en la bibliaprotesta eterna contra quienes le asocian otros objetos indignos de adoración. Todo musulmán confiesa: «Atestiguo que Allah (Dios) es el Único digno de adoración». Me gustaría señalar, a este respecto, que el alma difiere bastante del espíritu. Ese Espíritu Santo ilumina al espíritu y le inculca el conocimiento de la verdad. En cambio, el espíritu demoníaco induce al alma al error, a la idolatría y al ateísmo. 3. El Sibghat Allah es ese bautismo divino con fuego que arma y equipa al musulmán para convertirse en baluarte contra el error y la superstición, sobre todo contra cualquier idolatría. Es este fuego bautismal el que derrite el alma de un musulmán para separar su sustancia áurea de los deshechos y la inmundicia. Es el poder de Dios el que fortalece y consolida el vínculo entre Él y el siervo creyente, armándole para luchar por la religión de Dios (Allah). El fervor y el celo del musulmán por Allah y Su religión son únicos y santos. También los salvajes luchan por sus fetiches, los paganos por sus ídolos y los cristianos por su cruz; pero, ¡qué contraste entre esos objetos indignos de adoración y el Dios del islam! En concusión, he de llamar la atención de mis hermanos musulmanes para que sean conscientes de quienes son, recuerden los favores de Allah y vivan conforme a ello.