Page 211 - Demo
P. 211


                                    210el profeta muhammad en la bibliaunas tras otras. En muchos centros, aparecían evangelios y epístolas bajo diferentes nombres y títulos. Una multitud de eruditos y apologistas cristianos combatían y criticaban mutuamente sus teorías. Si se hubiera escrito un evangelio en vida de Jesús (que la paz sea con él) o incluso un libro autorizado por todos los apóstoles, las enseñanzas del profeta de Nazaret habrían preservado su puridad e integridad hasta la aparición del Paráclito (Ahmad). Pero no fue el caso. Cada escritor adoptó una perspectiva diferente sobre el maestro y su religión, describiéndolo en su libro —al que llamó evangelio o epístola— según su propia imaginación. El elevado vuelo del pensamiento acerca de la Palabra, la profecía acerca del paráclito, el inexplicable discurso de Jesús sobre su carne y su sangre y una serie de milagros, sucesos y dichos registrados en el cuarto evangelio, eran desconocidos por los sinópticos y, en consecuencia, por la inmensa mayoría de los cristianos que no lo habían visto por lo menos en dos siglos. Asimismo, el cuarto evangelio, como cualquier otro libro del Nuevo Testamento, fue escrito en griego y no en arameo que era el idioma materno de Jesús (que la paz sea con él) y de sus discípulos. Consecuentemente, nos hallamos de nuevo ante la misma dificultad que afrontamos cuando discutíamos la eudokia de San Lucas55, a saber, ¿qué palabra o nombre empleó Jesús en su idioma materno para expresar lo que el cuarto evangelio ha traducido como «paráclito» y que se ha convertido en «consolador» en todas las versiones de ese evangelio? Antes de discutir la etimología y el verdadero significado de esta inusual o, más bien, corrompida forma del paráclito, es necesario hacer una breve observación respecto a un rasgo particular del Evangelio de San Juan. La autoría y autenticidad de este evangelio son cuestiones que conciernen a la más elevada crítica bíblica. Pero es imposible creer que el 55 Cf. Islamic Review, enero de 1930. [Nota del autor]. 
                                
   205   206   207   208   209   210   211   212   213   214   215