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259capítulo xiEl «Hijo del Hombre» segúnlos apocalipsis judíosDe lo que se ha discutido en estas páginas, se habrá visto que el apelativo Bar Nasha o Hijo del Hombre no es un título como «mesías», que podía aplicarse a cualquier profeta, eminente sacerdote o rey legalmente santificado, sino que es un nombre propio que pertenece única y exclusivamente al último Profeta (Muhammad). Los profetas, los sophis y los estudiosos de los apocalipsis judíos describen al Hijo del Hombre como aquel que vendrá en su momento, tal y como lo establece el Todopoderoso, para liberar a Israel y Jerusalén de la opresión pagana y establecer el permanente reino del pueblo de los santos del Altísimo. Los profetas, los sophis, que pronostican el advenimiento del liberador poderoso, lo ven —solamente en una visión o revelación y en su fe— con todo su poder y gloria. Ningún profeta o sophi ha dicho jamás que él mismo era el «Hijo del Hombre» y que «vendría al final de los tiempos a juzgar a vivos y muertos», como establece el credo de Nicea con su pretendida autoridad en relación a los dichos de Jesús. El uso frecuente de dicha denominación por los evangelistas indica, con toda seguridad, su familiarización con los apocalipsis judíos, así como su firme creencia en su autenticidad y origen divino. Es del todo evidente que los apocalipsis que llevan el nombre de Enoc, Moisés, Baruc y Esdras fueron escritos mucho antes que los Evangelios, y que el nombre