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196el profeta muhammad en la bibliademuestra que una parte del mismo está falsificada. Ahora bien, aquí damos un paso más adelante, puesto que la añadidura al texto original es admitida como tal incluso por quienes hablan de su autenticidad. Pero tomemos la profecía tal cual. Ni que decir tiene que habla de cosas que el sentido común puede suponer o imaginar, al darse cuenta de que los sucesos profetizados ocurren de vez en cuando en el curso de la naturaleza. La peste, la guerra, la hambruna y los terremotos ocurren tan a menudo que mencionarlos en una profecía como signo de autenticidad le privaría de toda la importancia que, de otro modo, podría poseer. Además, los primeros seguidores de una nueva fe están seguros de enfrentarse a la persecución, sobre todo si por casualidad pertenecen a una posición social inferior. Aparte de esto, la profecía habla en un versículo de distintas cosas, que pueden o no acaecer simultáneamente en cualquier momento. Pero nunca ha ocurrido así. La persecución de los discípulos se produjo inmediatamente después de la partida de Jesús (que la paz sea con él) de Judea. Fueron «entregados a las sinagogas y las cárceles y llevados ante los reyes y los gobernantes» por amor a su nombre. La predicción, empero, no requería una mente profética ya que la persecución ya había empezado incluso cuando Jesús estaba con sus discípulos. Estos acontecimientos fueron el detonante natural de enseñanzas desagradables para los judíos. No cabe duda de que los discípulos soportaban con paciencia y valor toda adversidad y toda prueba imaginable, pero estaban seguros del retorno del maestro conforme a su promesa: «De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca» (Lucas 21:32). La creencia en estas palabras brindó una maravillosa paciencia a la generación en cuestión. Sin embargo, estas palabras pasaron y no llegó el tiempo de que «los cielos y la tierra pasaran». Además, los días de la persecución de los discípulos no fueron testigos de ningún fenómeno inusual en forma de terremoto, guerra o peste. Incluso en el período inmediatamente posterior, los cuatro sucesos profetizados no fueron si-