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                                    216el profeta muhammad en la bibliaSan Juan profetizó el bautismo con el Espíritu Santo y el fuego por Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz), como vimos en los capítulos anteriores. Siendo el baptizador directo Dios mismo y el mediador el Hijo del Hombre o el Bar Nasha de la visión de Daniel, era perfectamente justo y legítimo mencionar esos dos nombres como la primera y la segunda causa eficiente y también el nombre del Espíritu Santo como la causa material del Sibghat Allah. Sin embargo, el apelativo divino «el Padre», antes de su uso abusivo por la Iglesia, se invocaba correctamente. De hecho, el Sibghat Allah es un nuevo nacimiento, una natividad en el Reino de Dios, es decir, en el islam. El baptizador que causa esta regeneración es directamente Allah (Dios). Nacer en la religión del islam, ser agraciado con la fe en el verdadero Dios, es el favor y don más grande del «Padre Celestial», usando la expresión evangélica. A este respecto, Dios es infinitamente más benefactor que un padre terrenal. En lo que atañe al segundo nombre de la fórmula, «el Hijo», uno se siente perdido a la hora de determinar a qué o a quién se refiere. ¿Hijo de quién? Si Dios es llamado verdaderamente «Padre», entonces uno se vuelve curioso, inquisitivo y ansioso por saber a quién de Sus numerosos hijos alude la fórmula bautismal. Jesús (que la paz sea con él) nos enseñó a rezar el «Padrenuestro» (Mateo 6:9-13). Si todos somos Sus hijos en el sentido de Sus criaturas, entonces la mención de la palabra «Hijo» en la fórmula se vuelve, en cierto modo, ridícula y sin sentido. Sabemos que el nombre «Hijo del Hombre» —o Bar Nasha— se menciona ochenta y tres veces en los discursos de Jesús. El Corán nunca llama a Jesús «Hijo del Hombre», sino siempre «el hijo de María». Jesús no podía llamarse «Hijo del Hombre» porque era solamente «hijo de una mujer». No hay escapatoria de la verdad. Se le puede hacer «hijo de Dios», como se ha hecho, pero no se le puede hacer «Hijo del Hombre», salvo que se le considere hijo de José o de algún otro y, por lo tanto, se le asocie a la ilegitimidad. 
                                
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