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                                    223periqlytos significa «ahmad»ración. Ellos no necesitaban un consolador de sus angustias y aflicciones, sino un guerrero victorioso para destruir al Demonio y su poder, que pusiera fin a sus penas y persecuciones. c) La idea de un «intercesor» entre Dios y el ser humano es incluso aún más insostenible que la del «consolador». No hay ningún mediador absoluto entre el Creador y la criatura. Únicamente la Unicidad de Allah es nuestro intercesor absoluto. El Jesucristo que aconsejaba a sus oyentes rezar a Dios en secreto, entrar en el cuarto, cerrar la puerta y luego rezar —porque solamente en esas condiciones su «Padre Celestial» respondería a sus rezos y les concedería su gracia y asistencia— no les podía prometer un intercesor. ¿Cómo puede conciliarse esta contradicción?d) Todos los creyentes, en sus plegarias, interceden unos por otros, y los profetas y los ángeles hacen lo mismo. Es nuestro deber invocar la misericordia, indulgencia y ayuda de Dios para nosotros y para los demás. Ahora bien, ello no vincula ni obliga a Dios a aceptar la intercesión de nadie si no es de Su agrado. Si Allah (Dios) hubiera aceptado la intercesión de Su santo siervo Muhammad (al que Allah bendiga y dé paz), todos los hombres y las mujeres se habrían convertido a la religión del islam.Yo estaría debidamente agradecido a la persona mediante cuya intercesión obtuviese el perdón y la salvación. No obstante, siempre temeré al juez o déspota que me entregue a un verdugo. ¡Qué avispados son estos cristianos cuando creen que Jesús en la diestra de su Padre intercede por ellos y, a la vez, creen en otro intercesor —inferior a Jesús— que se sienta en el mismo Trono del Todopoderoso! El Sagrado Corán prohíbe estrictamente creer o confiar en un shafi o intercesor56. Por supuesto, aunque 56 «Vuestro Señor es Dios, que ha creado los cielos y la tierra en seis días. Luego, se ha instalado en el trono para disponerlo todo. Nadie puede interceder sin Su permiso. ¡Ese es Dios, vuestro Señor! ¡Servidle, pues! ¿Es que no os dejaréis amonestar?» (Corán 10:3). [Nota de los editores].
                                
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