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                                    224el profeta muhammad en la bibliano lo sabemos con certeza, es bastante concebible que a algunos ángeles y a los espíritus de los profetas y de los santos Dios les permita prestar ayuda y guiar a quienes se ponen bajo su auspicio. La idea de un abogado antes del tribunal de Dios, defendiendo la causa de sus clientes, puede ser muy admirable, pero es errónea porque Allah no es un juez humano sujeto a la pasión, la ignorancia, la parcialidad y todo lo demás. Los musulmanes, los creyentes, necesitan solamente educación y formación religiosa. Dios conoce las acciones y los corazones de las personas infinitamente mejor que los ángeles y los profetas. En consecuencia, no hay necesidad de intercesores entre Dios y las criaturas.e) La creencia en intercesores deriva de la creencia en los sacrificios, las ofrendas incineradas, el sacerdocio y un cúmulo masivo de supersticiones. Esta creencia conduce al ser humano a la adoración de los sepulcros y las imágenes de santos y mártires; ayuda a incrementar la influencia y el control de sacerdotes y monjes; hace que perdure la ignorancia de lo divino por parte de la gente y provoca que una densa nube de intermediarios muertos cubra la atmosfera espiritual entre Dios y el espíritu humano. Entonces, esta creencia impulsa al ser humano a que, por la pretendida gloria de Dios y la conversión de pueblos con religiones distintas a la suya, recaude grandes fortunas, establezca ricas y poderosas misiones y mansiones señoriales, pero, en el fondo, esos misioneros no son más que agentes políticos de sus respectivos gobiernos. La verdadera causa de las calamidades que les han acontecido a los armenios, griegos y caldeo-asirios en Turquía y Persia debería buscarse en la instrucción de todas las misiones extranjeras de Oriente, incitadoras a la traición y a la sublevación. En efecto, la creencia en los intercesores ha sido siempre una fuente de abuso, fanatismo, persecución, ignorancia y muchas otras maldades. Habiendo demostrado que el paráclito del Evangelio de San Juan no significa ni puede significar ‘consolador’ o ‘defensor’, ni ninguna otra cosa, 
                                
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